Cuando se presentan problemas en el ámbito sexual no siempre lo puede resolver una psicóloga, ¿cuándo hay que ir a una sexóloga?
¿Cuándo hay que ir a una sexóloga?
Se dice que visitar a un o una sexóloga genera mucho más vergüenza que ir a sesiones psicológicas. Que el sexo es algo nato que debería darse a la perfección desde el primer momento, que debe lograrse lo mismo que en el porno. Sin embargo, ¿qué hace realmente un sexólogo y por qué ahora está tan de moda?
Para Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, entre otros, en España la gente suele relacionar la sexología con algo psicológico. «Tiende a pensarse que la mayoría de los problemas sexuales derivan del terreno mental”, explica. Sin embargo, es indispensable visitar a un o una sexóloga en caso de sufrir o experimentar disfunciones sexuales: desde eyaculación precoz hasta vaginismo –cuando las paredes vaginales se tensan y cierran sin permitir la entrada de un dedo meñique–.
Disfunciones sexuales, un problema físico, psicológico e interpersonal
En palabras de Molero, una disfunción sexual puede tener distintos factores que influyen en su incidencia. “Un problema físico no resuelto puede acabar en uno psicológico y al revés. Como sucede con el vaginismo, que tiene su origen en abusos o malas experiencias sexuales.”
Por esta razón, en Sexología se estudia y se brinda soluciones variadas enfocadas en la sexualidad humana. Se recomienda visitar a un o una sexóloga de confianza sin importar la edad, en especial cuando:
[…] No tengan muy clara su orientación sexual y que buscan consejo, problemas de falta de deseo –los más frecuentes, tanto en hombres como mujeres–, trastornos del orgasmo o de la erección. También adicción al sexo o asexualidad, víctimas de abusos o violencia doméstica, pedófilos y, últimamente, niños transexuales que traen sus padres en busca de ayuda para entender y gestionar mejor su realidad.
También cuando existen problemas en la relación, al haber caído en la rutina y buscar reavivar el deseo. O aceptar la ruptura a través de un mediador, tras vivir una prolongada enfermedad y se desea recuperar la dimensión erótica, entre otros.
Otras razones por las cuales se suele recomendar ir con un o una sexóloga es la salud del suelo pélvico. La hipertonía o hipotonía de la musculatura pélvica, puede ocasionar una serie de efectos negativos en la sexualidad de una persona.
Antes de ir de visita con una sexóloga
Molero recomienda tomar en cuenta que la sexualidad es un aprendizaje y que, “si hubiera una buena educación sexual en las escuelas, se acabarían muchos problemas”. Por lo que lo primero a tomar en cuenta es el cuestionarse cuáles son las ideas que se tienen de la sexualidad y comenzar a analizarlas: ¿cuáles son las creencias irracionales y erróneas de nuestra sexualidad? Conocer el propio cuerpo y saber sus reacciones es, siempre, una tarea indispensable.
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