Tomar consciencia del fortalecimiento progresivo del suelo pélvico gracias a las Pelvic Balls trae beneficios emocionales como la mejora de nuestra autoestima y de nuestro autoconcepto
Los beneficios emocionales de usar las Pelvic Balls
Los trastornos del suelo pélvico pueden llegar a ser no sólo dolorosos, también afectar nuestra cotidianidad y autoconcepto. Es común sufrir de una recaída de la autoestima al vivir síntomas como incontinencia urinaria o de materia fecal, escapes de flatulencias, incapacidad de mantener dentro una copa menstrual, sufrir de prolapsos o inclusive no poder disfrutar de una práctica sexual con la pareja al pasar por fuertes dolores y ardores vaginales. Es más, hay quienes pueden pasar por periodos de tristeza y ansiedad debido a estos síntomas.
Afortunadamente, en los últimos años se ha promovido no sólo un mayor entendimiento sobre este tipo de trastornos, también un tratamiento integrador que comprende una salud plena a nivel físico, emocional y sexual.
Las Pelvic Balls, una herramienta integradora en el fortalecimiento del suelo pélvico
Como bien hemos hablado en otros artículos sobre diversos trastornos del suelo pélvico, cuando se trata de la hipotonía pélvica es importante contemplar que el tratamiento no es exclusivamente médico. No basta un medicamento. Se requiere un entrenamiento pélvico para desarrollar un músculo fortalecido y tonificado conforme pasa el periodo del entrenamiento mismo.
Además de la visita con la sexóloga y fisioterapeuta especialista en el suelo pélvico, un trabajo pélvico requiere un autoconocimiento y autocontrol corporal. Esto se convierte en una herramienta poderosa de la mente: la consciencia de sí que se enaltece mediante los avances que se realizan durante el entrenamiento. Es decir, conforme una se va dando cuenta de los cambios positivos que tienen los ejercicios pélvicos (como el mayor control ante la incontinencia urinaria), nuestro autoconcepto mejora y la autoestima incrementa.
En el caso de las Pelvic Balls, se tiene un impacto directo sobre fibras inconscientes en las paredes vaginales (las cuales ayudan a sostener la musculatura del suelo pélvico). Su vibración ejerce una toma de consciencia a través de sensaciones curiosas: hay quienes dicen que se trata de unas “cosquillas” que incitan ligeramente a una oleada erótica. Incrementando una sensibilidad de la zona porque la vibración obliga prestar atención al cuerpo que se estimula.
Entre la toma de consciencia de las sensaciones, autoconocimiento y dominio del cuerpo, los especialistas sugieren que esto produce en la paciente beneficios similares a la meditación. Es decir, un ejercicio que se traduce en un incremento de endorfinas y serotonina, y, a su vez, en una oleada de empoderamiento y felicidad. Por ello el uso de las Pelvic Balls se asocia no sólo a una mejoría en salud pélvica, también en una mejoría tanto en el autoconcepto como autoestima de cada mujer con vagina que tiene un entrenamiento informado.
Esto, invariablemente, tiene un efecto contundente en los vínculos afectivos; ya que la manera de vincularse es desde la seguridad y el empoderamiento facilitando amistades y relaciones más saludables y basadas en el respeto mutuo.
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